SOBRE NOSOTROS
Centro Ottico Rizzo
AÑOS 60
La empresa Rizzo nació en Italia en los años 60 gracias a la fuerza, visión y pasión de Elio Rizzo. Desde el principio, su misión fue combinar artesanía y calidad, ofreciendo monturas cuidadas en cada detalle. La actividad se desarrolló como un verdadero taller artesanal, en el que el proceso productivo –desde el diseño inicial hasta la elección de materiales y el ensamblaje final– se siguió con extrema precisión y dedicación. Cada par de gafas producido es único y refleja el valor del trabajo manual, símbolo de la excelencia artesanal italiana.
AÑOS 70
Durante los años 70, la empresa comenzó a hacerse conocida más allá de las fronteras locales, gracias a la constante atención a la calidad y al diseño innovador. Fue en este período cuando el taller artesanal Rizzo participó por primera vez en MIDO, la feria internacional más importante de gafas. En esa ocasión, presentaron con orgullo las primeras monturas realizadas con láminas de colores, una idea revolucionaria para la época. Este paso marcó el inicio de una nueva fase para la empresa, cada vez más orientada a la experimentación creativa y a la valorización del producto como expresión de estilo e identidad.
AÑOS 90
En los años 90, Gianluca Rizzo, hijo del fundador, se incorporó a la empresa, aportando una nueva energía y una visión más moderna del mercado. Convencido de que la calidad de la producción artesanal debía ir acompañada de una relación directa con el cliente final, decidió ampliar la actividad también a la distribución. Así nacieron las primeras tiendas con la marca Rizzo, con el objetivo de ofrecer no solo productos, sino también un servicio personalizado y asesoramiento profesional. Esta elección marcó un punto de inflexión y comenzó a construir lo que se convertiría en una sólida red minorista.
HOY
Hoy en día, Centro Ottico Rizzo cuenta con 12 tiendas distribuidas en el territorio, convirtiéndose en un punto de referencia para quienes buscan gafas de alta calidad y una experiencia de compra profesional. En cada tienda aún se respira el espíritu del taller original: junto a las marcas internacionales más prestigiosas, se encuentran monturas artesanales seleccionadas y colecciones con la marca Rizzo, producidas internamente y acabadas a mano. La atención al detalle, la elegancia de las formas y la calidad de los materiales siguen siendo los pilares de un proyecto que ha sabido crecer manteniéndose fiel a sus raíces.
